Si duda ha existido desde hace mucho tiempo una exigencia en la importación, fabricación, venta y uso de agroquímicos con la finalidad de realizar un control eficiente de las plagas que afectan a nuestro entorno. Sin embargo, la mayor falencia yace en las deficiencias prácticas en el uso y manejo de plaguicidas a nivel predial, ya que una elevada proporción de las aplicaciones las realizan personas que no han recibido entrenamiento ni capacitación, o éste no ha sido el adecuado, desconociendo por tanto, el nivel de riesgos para la salud humana, la salud animal y el medio ambiente, inherente a estos productos.
Por esta razón, En julio de 2002, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) emitió una resolución, donde se crea un sistema de reconocimiento oficial para los aplicadores de plaguicidas. De esta manera, en los predios se contará con trabajadores capacitados en la aplicación y manejo adecuado de los productos fitosanitarios.